Aunque compartimos con ellas y ellos la mayor parte de nuestros días, sus pequeños cambios y ocurrencias pasan tan rápido que se no alcanzamos a retenerlos. Guardar estos recuerdos nos ayuda tanto a nosotros como adultos a revivir la felicidad, como a ellos y ellas a reconocerse, saberse amados y construir su propia historia.
Hoy en el kinder tomamos la foto de fin de año. Esta es uno de varios intentos de conseguirlo. Los niños y niñas disfrutaron esta interrupción a su juego libre para poder compartir sus maestras, y sobre todo las maestras aprovecharon este momento para atesorarlo.